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UN COMEDOR CON ESTILO PROPIO

Este comedor era en un incio un cuarto oscuro, independiente y con pocas posibilidades. Derribando la pared que lo unía a la cocina, pintando y cambiando la iluminación, ahora se ha convertido en un lugar que invita a estar, a disfrutar de una comida en familia o de un momento de relax en una butaca. En definitiva, a disfrutar más de las pequeñas cosas.
Las claves de esta pequeña reforma han sido el papel pintado que enmarca la pared principal, una mesa comedor con personalidad y una butaca en un color que contrasta con los tonos neutros de todo el espacio, que a su vez da una doble funcionalidad al espacio. Sin duda, un comedor con estilo propio

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