Muchas veces nos escribís porque hicistéis una superreforma en vuestro hogar, pero ese proceso, siempre muy intenso se paró en el momento en el que el reformista se fué y os pudistéis mudar con las 4 cosas que ya tenéis
Y ¿ahora qué? os preguntáis, ¿cómo hago para que además de nuevo, y bonito, se vea acogedor, hogareño y que refleje mi estilo?. Seguro que os habéis hecho muchas veces esta pregunta, ¿verdad? Os enseñamos nuestra último proyecto de decoración en el que siguiendo estos tres pasos que os contamos a continuación, ayudamos a nuestra clienta a darle el toque final que le faltaba a su salón.
1. Elegir la gama de colores
Lo primero que hicimos fue seleccionar los colores con los que íbamos a darle ese toque de contraste que aportara color y alegría al espacio. En este caso nos decantamos por los azules y mostazas. La casa en tonos blancos, con toques en verdes azulados necesitaba un punto de contrastara y que resaltara todo el conjunto.
En este punto la mejor idea es hacer un pequeño collage o moodboard dónde plasmar todas las ideas y colores y así confirmar que encajan y tienen sentido
2. Busca las piezas clave en las que quieres invertir
El espacio tenía ya un buen sofá, una zona de comedor y un rincón con chimenea precioso, pero necesitaba completarlos. Buscamos una butaca en amarillo para cerrrar la zona de estar, un conjunto de puffs y sillones para la zona de la chimenea y completamos todo con decoración de pared, para la que buscamos unos lienzos hechos a medida y con la gama de colores que mejor nos encajaban para la zona comedor.
3. Añade los complementos
Esta parte es la más divertida y la que dará el toque final. Busca detalles cómo jarrones, cestos, plantas y detalles textiles como una buena composición de cojines, siempre en la gama de colores que elegiste al inicio, y voilá ya tienes el conjunto completo
Os dejamos el antes y después para que podáis descubrir todos los secretos del proyecto
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