El tamaño no importa y eso en el mundo de la decoración y el interiorismo lo sabemos bien. No disponer de muchos metros cuadrados nunca es un handicap a la hora de conseguir espacios bonitos, con estilo y buen gusto, porque la clave de un buen resultado no está en cómo es el espacio, si no en qué haces o cómo transformas el espacio que tienes. ¿Estáis de acuerdo?
Y cómo siempre nada mejor que unos pocos ejemplos e ideas para ilustrar que en pocos metros se pueden lograr grandes resultados.
1. Prioriza y distribuye pensando en la funcionalidad del espacio
Cocina de un estudio de 25m2: tiene todo lo indispensable, eso sí, todo panelado y escondido. El truco: ganar encimera con una placa vitrocerámica movible. El toque,jugar con los materiales y apostar por el gris y la madera para que la cocina quede integrada, además de añadir unos estilosos tiradores de piel.
En este estudio de 30m2 se consiguió crear una amplia zona de almacenaje, lavandería y trabajo simplemente eliminando puertas para ganar espacio y amplitud. Cada cosa tiene su lugar y cada espacio tiene una función clara y diferenciada
2. Destaca o dale presencia a algún elemento que le dé personalidad a todo el espacio
En este estudio de apenas 20m2 se apostó por una pared empapleada con un bonito dibujo de espiga para romper la neutralidad del resto de la decoración, además de darle personalidad a todo el conjunto
Este apartamento de apenas 60m2 destaca por utilizar un cerramiento de hierro y cristal para separar la zona del dormitorio del resto del apartamento. Una gran idea para ganar luz, amplitud y además darle un toque muy personal a todo el espacio.
3. Diviértete y no le tengas miedo al color
Ejemplo de baño pequeño en el que se mezcla un revestimiento blanco tipo brick, que ayuda a dar amplitud, con una pintura en azul que hace que el azulejo destaque más, si cabe, además de convertir estos pocos metros en un baño original y con mucho estilo
4. Juega con la iluminación: mejor lámparas originales bien colocadas que muchos focos que aplanen el espacio y lo uniformicen.
Un salón estrecho pero con doble altura nos dio la oportunidad de jugar con las lámparas, colgando varias de distinto estilo en el techo principal. Un toque original, actual y que dota de un carácter especial a todo el espacio.
En este salón de pocos metros se apostó un aplique que diera la luz indirecta perfecta para iluminar la zona del sofá. Además de darle un toque diferente conseguimos que toda la zona quede perfectamente iluminada sin abusar de las luces del techo.